La reforma agraria liberal consistió en la desamortización y desvinculación de los bienes señoriales y supuso la disolución
del régimen señorial. Pero en realidad no existió redistribución
alguna de la propiedad agraria, lo que supuso graves conflictos sociales.
Las
desamortizaciones tuvieron como objetivo liberar la propiedad de la tierra.
Así, se eliminaban las trabas que el Antiguo Régimen imponía
al desarrollo de la economía, pues la mayor parte
de tierras estaban fuera del mercado (ya amortizadas) y
se concentraban en pocas manos, dejando muchas sin
cultivar.
Las
acciones legislativas que condujeron a disolver el Antiguo
Régimen en la agricultura se promulgaron en 1836 y 1855. Consistieron
en:
- Abolición de los señoríos, con la consiguiente desaparición del régimen de manos muertas. Permitió liberar las
tierras amortizadas.
-Desaparición de las tierras comunales y su conversión en propiedades particulares, que favorecía una distribución y
explotación más efectivas.
-Desamortización de los señoríos eclesiásticos, permitiendo la
liberación de muchas tierras incultas o mal aprovechadas que entraban en el
mercado.
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